domingo, 2 de febrero de 2014

Y Dios dijo hágase la música..................


Y Dios dijo hágase la música:
Y la música se hizo para llenar el Universo y que el alma alcanzara su éxtasis total. Por eso ella no entiende de fronteras, clases ni religiones, con la música todo es posible.
LA MÚSICA, BENEFICIO PARA LA SALUD:
El ser humano viene utilizando la música para combatir enfermedades desde la más temprana de sus edades. Es un objetivo tan antiguo como la música misma.
En el hombre primitivo el sonido era un medio de comunicación, ellos creían que cada ser vivo tenía su propio sonido o canción secreta a la cuál debería responder. Este era el motivo por el que los curanderos, los chamanes y los sanadores de cualquier parte del planeta, trataban de descubrir el sonido o canción a la que debería responder el hombre enfermo y trataban de sanarlo con el sonido de sus instrumentos y cánticos que le hacían retornar a un estado de equilibrio total.
En unos papiros médicos egipcios descubiertos en Nahum, datados sobre el 1500 a.C., se encuentran referencias a los beneficios que la música aportaba a la fertilidad de la mujer.
También en MESOPOTAMIA los músicos tenían gran prestigio y el instrumento favorito era el arpa. Las arpas o liras de Ur se consideran los instrumentos de cuerda más antiguos del mundo. Las liras eran en su mayoría en forma de ángulo, con caja de resonancia en la parte superior y se tocaba con cuatro o siete cuerdas.Un ejemplo es el arpa del estandarte de Ur.
En 1929, el arqueólogo británico Leonard Wooley conocido por sus excavaciones en la antigua ciudad sumeria de Ur (en el actual Irak) y por haber encontrado evidencia geológica del diluvio de Gilgamesh,encontró ademas,en una fosa común, un arpa realizada en madera mixta con incrustaciones de nácar y oro con lapislázuli. Tenía una cabeza de toro y se conservaba en el Museo de Bagdad hasta que lo saquearon en 2003.Se ha podido reconstruir con gran precisión. 
En otro post anterior nuestro hacíamos referencia a la música curativa usada, con el sonido de su arpa, por David para “sanar” al rey Saúl.

De música está llena la Naturaleza en cualquier época del año. Y el propio Universo no deja de ser una melodía perfecta, según Platón, quién utilizaba música y danza para tratar los terrores y antiguas fobias y solía decir que: 
“El regalo de la música lo había recibido el hombre no para danzar y solazarse los sentidos, sino para calmar el alma y los movimientos que experimenta el cuerpo lleno de imperfecciones.
Aristóteles reconocía tres categorías para explicar al Hombre en su aspecto vital, y las tres las relacionó con la música. La vida vegetativa está representada, en el ser humano, por los aspectos rítmicos de la música, ya que ellos son los que mejor expresan las cuestiones del cuerpo. A la vida sensitiva le corresponden los aspectos melódicos de la música. En tanto que desde la armonía o sentidos simultáneos de esta, representa la vida intelectual. Aristóteles hablaba del verdadero valor médico de la música ante las emociones incontrolables y le atribuía un efecto de purificación de personas afectadas por alguna enfermedad emocional.
Pitágoras, filósofo y matemático griego, consideraba la música como algo eterno a través de la cual se consigue la purificación del alma. En la actualidad diversas investigaciones y estudios médicos demuestran que puede ser utilizada como “medicamento”, pues la música, aplicada en la dosis diaria adecuada, también cura y refuerza nuestro corazón.
Predrag Mitrovic, de origen serbio, cardiólogo e investigador en este campo, trata de demostrar en sus investigaciones que una buena selección del género musical, la tonalidad y el tempo de una composición tienen efectos positivos en los pacientes con enfermedades cardíacas.
Predrag Mitrovic afirma que la música cura y refuerza nuestro corazón.La selección del género musical, la tonalidad y el tempo de una composición impulsa la secreción de las endorfinas, y esto genera efectos positivos en los pacientes con enfermedades cardíacas.
La Real Academia Española define la música como “una sucesión de sonidos modulados para recrear el oído” y como la unión de la melodía, el ritmo y la armonía. Yo agregaría que, más que una unión de sonidos, es un alimento para la mente y el alma.
Platón dijo “la música da alma al universo, a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza y vida y alegría a todas las cosas”, 
¿Cuántas veces has sentido que tu mal humor o tristeza desaparecen ante la presencia de la música? 
La música puede ayudarnos a pasar de la tristeza a la alegría (y viceversa) en un par de minutos. 
Si no eres fanático de los deportes o consideras que no tienes suficiente resistencia para practicarlos, deberías intentarlo con un poco de música de fondo.
Un grupo de científicos de la Universidad de Brunel reveló a través de un estudio publicado en Journal of Sport & Exercise Psychology que escuchar algunos estilos de música,son ideales para que rindas mejor al hacer ejercicios físicos. Tu resistencia podría aumentar hasta un 15%. Los ingredientes de una buena receta que ayude a reducir el estrés son: una melodía, un poco de ritmo y mucha armonía. La utilización de la música como terapia para la relajación, se ha extendido a lo largo de los años por todo el planeta y sus beneficios parecen estar contrastados por diversos estudios e investigaciones. Escuchar música puede ayudar a reducir la presión sanguínea, el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, la ansiedad y el dolor, sobre todo en pacientes con enfermedades cardiovasculares.
Ya lo decía Platón: “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”.
En pacientes que han sufrido un ictus también se han realizado estudios de la influencia de la música en su recuperación, aunque en este caso no tan amplios y avanzados como en el de las enfermedades cardiovasculares, pero los resultados obtenidos no dejan de ser alentadores. Escuchar música placentera activaba regiones cerebrales implicadas en las respuestas emocionales positivas. Se observó que la música reactivaba partes de la zona del cerebro que rodeaban a la zona donde se produjo el infarto, pero que seguían intactas. Es decir, como si las notas musicales fuesen capaces de activar conexiones perdidas alrededor de la zona dañada por el ictus.
Bien conocido es, por otro lado, el denominado “efecto Mozart” que se utiliza para definir la influencia que llega a ejercer la música de este compositor en el comportamiento de los bebés. Se define como una influencia muy positiva que logra mejorar el desarrollo creativo e intelectual de los niños.
Varios estudios demuestran la influencia que tiene la música en los bebés, incluso cuando aún se encuentran en el seno materno. Se cree que la música escuchada durante el periodo de gestación por el futuro bebé será recordada por este tras su nacimiento, y al menos durante el primer año de su vida. Las melodías son asociadas a los periodos de paz que disfrutaban dentro del útero materno y ejercen un poder tranquilizador cuando se encuentran nerviosos.
Dicho efecto continúa siendo objeto de investigación, sin ninguna pronunciación firme o definitiva que reivindique o deseche la teoría en cuestión.

Varios experimentos que se han desarrollado desde 1993 hasta la actualidad han dado como resultados los siguientes beneficios al escuchar música de Mozart:
-Ayuda a desarrollar la inteligencia de los niños (para los niños entre 3 y 12 años representa una mejora en la capacidad de razonamiento)
  - Desarrollo de habilidades para la lectura y escritura, del lenguaje verbal, de habilidades matemáticas, de la capacidad de recordar y memorizar.



-Música como terapia para niños con parálisis cerebral
La utilización de la música como terapia en los casos de parálisis cerebral funciona haciendo que los niños enfermos poco a poco vayan familiarizándose con algún instrumento de percusión. Así aprenden a dominar sus movimientos. Esto se convierte, para ellos, en algo valioso y positivo, y lo va perfeccionando más conforme van sintiendo la música.
Pretender entender los designios de Dios es mejor no hacerlo, porque resulta, a veces, incomprensible que un hombre privado del sentido del oído creara una de las más bellas melodías como un canto a la humanidad y la vida.
Hay quien manifiesta que “Mozart fue un compositor que hacía sus creaciones con algo de ingenuidad e inocencia, y se dice que esos aspectos son los que permiten que haya identificación entre su música y los niños. Es como si les estuviera hablando en su mismo idioma”.
- El psicólogo, escritor y educador musical Don Dampbell (uno de los defensores e investigadores de los resultados del efecto) propone que el niño, desde su etapa fetal, debe ser estimulado musicalmente por la madre. De este modo mejorará su crecimiento, su desarrollo intelectual, físico y emocional y su creatividad.Campbell analizó la Música de Mozart y descubrió que algunas de sus melodías tenían un efecto inmediato y positivo sobre la salud, la creatividad y el poder de concentración. Campbell falleció a los 65 años de edad en la primavera de 2012, dejando tras sí su poderoso legado y regalando al mundo la posibilidad de transformarse con la música.
Personalmente entiendo que la música de Mozart es liviana, limpia, ingenua y joven. Pero de la misma manera creo que tanto su música como la de Bach, Beethoven, Stravinsky y un largo etcétera, están ahí para el entendimiento no verbal de los seres humanos, sea cual sea su idioma natal, sus creencias o cualquier otro motivo que esté condicionando su naturaleza. En dos palabras: EFECTO MÚSICA.
La gente como yo sólo tiene dos opciones. Una es abandonar sus sueños, lo que nos llevaría a una rápida muerte y la otra es luchar sin brazos para vivir una vida extraordinaria”.“No entiendo por qué la gente piensa siempre que mi vida es terrible porque no tengo brazos” , “Soy un hombre feliz que tiene una vida interesante, como los otros jóvenes”.Liu Wei
- Atenúa los efectos de algunas determinadas enfermedades como el Alzheimer





La música puede ayudar a los enfermos a "despertar" sus recuerdos.No hay forma de recuperar las células (nerviosas), que han sido destruidas. Es como si los lugares donde se almacenan los recuerdos se hubieran ido para siempre".Pero la música, a diferencia de otras emociones, tiene la capacidad de penetrar en los rincones del cerebro menos afectados por la demencia.Cuando uno tiene Alzheimer, el mundo se vuelve abrumador, uno ya no puede distinguir lo que está sucediendo dentro y fuera suyo. Vivir se convierte en una agresión.Pero cuando se le da a alguien algo que le gusta, como la música de su juventud, el mundo se reduce al instante" y se vuelve menos amenazante.
La música permite disminuir la ansiedad del paciente sin tener que recurrir a medicamentos.
"El tema clave está en las pastillas que estas personas toma. Su torrente sanguíneo es el más sobremedicado del planeta. 
No hay seres humanos en este planeta con más drogas en su cuerpo". Y es más fácil entrar en un hogar de ancianos con un nuevo medicamento que con un reproductor de música digital.
Vivimos en una época, en una cultura, en la que ya no estamos muy seguros de cuánto nos preocupamos por los seres humanos. Nos preocupamos por la industria, el progreso, el comercio. Pero tal vez los ancianos ya no sirven. Y si uno vive en una sociedad donde todo es eficiencia y productividad, ¿qué pasa con los que ya no sirven?
La terapia musical o musicoterapia como realmente se le conoce, además de tratar problemas físicos, emocionales, intelectuales o sociales, también es utilizada con personas que no están enfermas o que no tienen ningún problema, con el objetivo de mejorar el bienestar personal, desarrollar la creatividad, mejorar el aprendizaje y las relaciones interpersonales.

El escritor León Tolstói decía que la música es la taquigrafía de la emoción y los avances científicos nos han demostrado que esta sucesión de sonidos no solo es ideal para expresar las emociones, sino también para moldearlas y mejorarlas. 
Si además de disfrutar escuchando música tocas algún instrumento.Según un estudio realizado por Nina Kraus, de la Universidad Northwester, y publicado en la revista Nature Reviews Neuroscience, durante el entrenamiento para ejecutar algún instrumento se establecen conexiones neuronales que benefician la comunicación humana, mejoran el vocabulario y aumentan la capacidad de lectura.

El compositor francés Claude-Achille Debussy, autor de Claire de Lune, una de las figuras más prominentes de la música impresionista, dijo que la música empieza donde las palabras son incapaces de expresar, la música está escrita para contar lo indecible.
Son numerosos los estudios que se han realizado sobre los efectos que tiene la música sobre las plantas, y de sus resultados se puede deducir que no puede utilizarse cualquier tipo de música o sonido para conseguir mejorar su crecimiento. Todos los estudios concluyeron demostrando que las plantas mejoran su desarrollo si su ambiente se llena con música clásica o música relajante. En uno de los estudios se pudo observar que la planta giraba hacia el lugar de donde procedía el sonido.

“Cadena perpetua”, una excelente película adaptación de la novela “Shawshank” de Stephen King, en la que se exalta el poder de la música sobre los presidiarios, destaca la voz en off de Red cuando comenta lo que siente al escuchar “Le nozze de Fígaro” de Mozart:
"No tengo ni la más remota idea de que demonios cantaban aquellas dos italianas, y lo cierto es que no quiero saberlo. Las cosas buenas no hace falta entenderlas. Supongo que cantaban sobre algo tan hermoso que no podía expresarse con palabras, y precisamente por eso, te hacía palpitar el corazón. Os aseguro que esas voces te elevaban más alto y más lejos de lo que nadie viviendo en un lugar tan gris pudiera soñar. Fue como si un hermoso pájaro hubiese entrado en nuestra monótona jaula y hubiese disuelto aquellos muros. 
Y por unos breves instantes hasta el último hombre de Shawshank se sintió libre".

La película enfatiza el sentimiento de no perder la esperanza, incluso en las más inhóspitas situaciones. Nos pone en contacto directo con una realidad que se vive en Venezuela:
LAS ORQUESTAS SINFÓNICAS PENITENCIARIAS


La música traspasa los muros de la cárcel y se transforma en una vía de esperanza para las personas retenidas en las cárceles de Venezuela. El patio de cualquier cárcel es un lugar árido y hostil, permanentemente vigilado. La música ha hecho posible que tal lugar no sea tan sombrío.

Lenin Mora
Fue en el año 2007 cuando se creó este proyecto desarrollado por la Fundación Simón Bolívar, y coordinado por Lenin Mora, abogado y músico en la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela. Son sus propias palabras las que nos trasmiten los objetivos de este programa:
“La mayoría de los privados de libertad en las cárceles venezolanas son jóvenes, muchos no han llegado a conocer a sus padres, ni son capaces de precisar cuándo y dónde nacieron. Son jóvenes procedentes de un estrato social muy bajo, un estrato social históricamente golpeado, olvidado. La sociedad debe entender que, por todas las circunstancias que han vivido, no se puede esperar otra cosa de ellos, a no ser que se les ofrezca una oportunidad que les haga crecer como personas”.
“Nuestra misión es elevar el alma, y ojalá esta experiencia les sirva como un sentido para la vida, ya que a veces dejamos de verlo. Ellos tienen una luz dentro que pueden transformar en una maravilla, y todos son muy especiales"
“Nuestro logro más significativo es cuando uno entra en un centro penitenciario y observa la cara de alegría de los internos. Es una transformación que surge desde su propio ser porque rompen esa rutina que se vive dentro de esos centros, donde un día se parece a otro”.
En palabras de los propios internos se escuchan frases como estas:
“Me siento bien cuando estoy tocando, muy orgulloso, y también es una responsabilidad muy grande para mí”
“Mi vida ha cambiado por completo” –dice un ex pandillero que estuvo más de tres años en la cárcel de Mérida, allí aprendió a tocar el clarinete. Hoy se encuentra libre y se dedica a reparar y restaurar instrumentos, aunque sigue tomando clases de clarinete una vez por semana.
En la actualidad las Orquestas Sinfónicas Penitenciarias cuentan con una plantilla de más de 500 alumnos, y desde su creación más de 1.200 internos han recibido educación musical a través de este programa.
Esa red de Orquesta Sinfónicas Penitenciarias ha servido a cientos de miles de jóvenes como “'instrumento abandonar la delincuencia” y está sirviendo como modelo para otros países. Méjico, Puerto Rico y Argentina ya están elaborando proyectos similares.
Para finalizar, estamos seguros de que nos encontraremos con otras muchas técnicas basadas en la música, la lista puede ser interminable. Hoy no las conocemos, tampoco es este lugar para extendernos más, nuestro objetivo ha sido sólo resaltar las bases y fundamentos de este tipo de terapias que estamos convencidos cobraran una fuerza enorme en un futuro próximo.
Nuestro deseo es que estos apuntes puedan ser de beneficio para muchas personas.
“Creo que quien ha disfrutado con los sublimes placeres de la música, se consagra a ella para siempre, y jamás renegará de ella.” (Richard Wagner)
No hay mejor medicina para el alma que la música.
AIRAM

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