viernes, 18 de marzo de 2022

martes, 16 de marzo de 2021

Félix Rodríguez de la Fuente filósofo, pensador, y sobre todo Humanista
La cultura tecnológica está obligando al hombre a vivir en cárceles confortables, en inmensos laberintos sin horizontes, hechos de cemento, hierro y cristal.
La nuestra es la cultura de las cosas, de lo perecedero; del tener en el presente todo lo que haga falta, sin pensar lo que ello puede suponer para algo que hemos olvidado:
                  La tierra, la madre naturaleza
La aventura de la vida, este proceso biológico en el que todos estamos sumidos y en el que quizás, distraídos por procesos de la sociedad de consumo en la que vivimos, por secuencias delirantes de nuestra política, no concedemos mucha importancia. Pero tiene toda la importancia, puesto que, si somos seres vivos, para nosotros, lo más importante debería ser la encrucijada de la vida.
El hombre es un poema tejido con la niebla del amanecer, con el color de las flores, con el canto de los pájaros, con el aullido del lobo o el rugido del león.
El hombre se acabará cuando se acabe el equilibrio vital del planeta que lo soporta.
El hombre debe amar y respetar la Tierra, como ama y respeta a su propia madre.
Todos debemos ir engrosando ese pequeño ejército, ¡qué el día de mañana se considerará un ejército heroico! Mucho más que los que lucharon con las armas en la mano:
El ejército de los que un buen día dijo que había que hacer algo para proteger a una madre que no se queja, que nos ha dado todo lo que tenemos, ya la que estamos matando!.
Estoy profundamente convencido de que si las nuevas generaciones no afrontan los ingentes problemas de conservación del medio ambiente con una nueva, pujante y apasionada filosofía, nuestro mundo seguirá su irremediable carrera de degradación y de agonía.
Solo el amor a la naturaleza, la pasión por la vida y la certeza de que formamos parte de una comunidad total que va desde la más pequeña bacteria hasta el hombre nos darán fuerza para defender el único hogar que tenemos, un pequeño planeta perdido en una galaxia remota al que hemos dado en llamar Tierra. (Félix Rodríguez de la Fuente).
Toda belleza soñada, todo tesoro anhelado y armonía viviente... no se encuentra en ningún paraíso ficticio o religioso... ESTÁ AQUÍ, siendo depredado y destruido por el ser humano...
La forma en la que el ser humano interactúa con animales, el modo en el que elimina hectáreas de bosques y expande sus ciudades sobre la naturaleza contribuye a que todos estos mecanismos se alteren, provocando que los virus y bacterias que permanezcan ocultos puedan saltar al ser ser humano Llevamos décadas irrumpiendo en los ecosistemas, alterando hábitats y poniendo especies salvajes cerca de nosotros. Esto no ha hecho más que incrementar los riesgos de que haya
zoonosis.
       https://www.qore.com/noticias/42407/Que-pasa-cuando-no-levantas-la-popo-de-tu-perro

Los avances tecnológicos nos hacen ser testigos de los horrores de la guerra, pero poco nos hemos esforzado para encontrar los medios para evitarla. Una consecuencia especialmente importante de los conflictos armados que es ignorada con facilidad, su impacto en el medio ambiente y la amenaza que suponen para nuestra supervivencia:
La destrucción física y evolución de hábitats por el uso de armas.
La contaminacion toxica por danos deliberados propios de las batallas.
La contaminación radiológica, química o biológica por bombardeos por mar, tierra y aire y uso de armas de destrucción masiva.
La destrucción física de fauna y hábitats debido al aumento de presión humana, causada por los movimientos masivos de personas que huyen de la guerra y la vez contaminadas por el uso indiscriminado sobre la población misma de agentes bacteriológicos.
No hay nada mejor que un recorrido por nuestra historia pasada y presente para entender los estragos que provocan las guerras en los seres vivos e incluso en la especie humana, e incluso en los ecosistemas de cualquier región.
"Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla", frase que fue extraída del pensamiento de Cicerón. 
El conocimiento de que somos seres humanos se pierde en la política, en las guerras, y en esos que se hacen cómplices de estos gobiernos patógenos, malas hierbas, que los apoyan, votan, vitorean, y aplauden.¿Hacia dónde nos lleva la ambición desmedida de quienes únicamente defienden sus propios intereses?
Renunciando a nuestra libertad no solo nos convertimos en lo que ellos quieren, sino que a la vez nos transformamos en enemigos unos de otros, en post de una engañosa comodidad olvidamos al que nada tiene, desdeñamos su situación, o, cuando menos, miramos hacia otro lado, cerramos nuestros oídos para no oír sus gritos, tapamos nuestra nariz para no percibir el nauseabundo olor de la miseria, y callamos nuestra voz para no gritar contra la injusticia.
“En este mundo todo se compra con dinero; y lo que no se puede comprar con dinero… se compra con más dinero. “El dios dinero” crea sociedades inhumanas e injustas.
La corrupción es la peor plaga social, es un atentado a la democracia, por corruptos voraces, y despiadados gobernantes, adoradores del dios dinero que favorecen las guerras, y abre la puerta a otros terribles males, como la droga, la prostitución, la trata de personas, la esclavitud, el comercio de órganos, el tráfico de armas. Recordando las advertencias de Jesús contra los falsos profetas, son como encantadores de serpientes, se aprovechan de las emociones humanas, para esclavizar a las personas y llevarlas adonde ellos quieren, mediante la ilusión del dinero, el placer fácil o la vida completamente virtual.El dios del dinero, el dios del consumo, el dios de los ídolos, el dios del placer, el dios del éxito, nuestro yo erigido en dios.
Por culpa de la mala conducta de muchos, la tierra está envenenada por los desechos; los mares, también contaminados, tienen que recubrir por desgracia los restos de tantos náufragos de las migraciones forzadas; los cielos se ven surcados por máquinas que hacen llover instrumentos de muerte.El actual sistema económico nos está llevando una tragedia. Vivimos las consecuencias de una decisión mundial, de un sistema económico que idolatra a un dios llamado dinero.
Arremetió contra el sistema económico mundial diciendo que éste ya no puede basarse en un "dios llamado dinero".
Asimismo, animó a los desempleados a luchar por el trabajo y "defender su dignidad”. Donde no hay trabajo no hay dignidad! Y esta tragedia es la consecuencia de un sistema que idolatra a un dios llamado dinero.La globalización ha traído consigo una cultura en la que los más débiles de la sociedad son quienes más sufren: los marginados, los colectivos en riesgo de exclusión, los jóvenes,y los ancianos, quienes, en su opinión, "están siendo víctimas de una eutanasia encubierta", condenados al abandono por ser considerados "improductivos".
Para defender la cultura económica, se ha instalado una cultura de usar y tirar. Tenemos que decir 'no' a esta cultura de usar y tirar. Lo que queremos es un sistema justo que ayude a todos ", manifestó. El individualismo y el egoísmo característicos del liberalismo impiden la felicidad plena porque no tienen en cuenta a los demás. Animó a todos los presentes, como las empresas, corporaciones, medios de comunicación, instituciones religiosas y de beneficencia,a los gobiernos de todas las naciones, incluyendo al Vaticano, a no concentrarse solo en el beneficio propio, sino también en una labor de solidaridad para favorecer el bien común de todos los seres vivos de este planeta.No podemos permanecer indiferentes ante estos dramas y todos, en la medida de nuestras posibilidades, debemos comprometernos y colaborar por el bienestar de todos. (Papa Francisco).
Pandemia para enriquecimientos de unos pocos, y muertes y empobrecimientos para otros
Los virus y las formas de vida microbianas han estado presentes desde el origen de la Tierra y en la historia humana ha habido muchas pandemias, que han sido ocasionadas por microorganismos que crecen indiscriminadamente por las actividades erróneas del ser humano. Desde entonces, la humanidad se ha enfrentado a lo largo de su historia a virus y bacterias que la han diezmado y han puesto en jaque su supervivencia.
En cierto modo, la pandemia es un espejo que devuelve el reflejo destructivo de la actividad humana. Ahora, la luz que anuncia el final del túnel parece tan cercana como una vacuna pero la pregunta, tras esta pesadilla es si la nueva normalidad traerá una vacuna para los ecosistemas.La crisis económica mundial causada por la pandemia también podría desencadenar nuevas amenazas a la seguridad, incluso la guerra.
Cada día más, cada momento, cada período de nuestra existencia en el mundo, nos acercamos irremediablemente a un agujero negro que ensombrecerá la existencia de los seres humanos en la Tierra y del resto de los seres vivos. Vemos ya síntomas alarmantes y preocupantes de una realidad que se quiere ocultar ante los ojos de una sociedad que camina sin rumbo.
Mires donde mires y vayas donde vayas, la deshumanización de los humanos tapa nuestra visión de la realidad. Nos engullen en adornos consumistas y drogan nuestros deseos para obtener cosas y perder nuestro tiempo en entretenimientos que manipulan en la inconsciencia de nuestras mentes.Cuán cierto es que la ignorancia, el desconocimiento, y la falta de cultura hace fácilmente manipulable al ser humano.
                  Estamos infectados por el virus de la inconsciencia y la pasividad.
El sujeto humano es el origen de las pandemias; por donde pasamos, arrasamos.
https://www.catalunyapress.es/texto-diario/mostrar/1885639/humanidad-entre-guerras-pandemias
Hemos progresado tanto para comunicarnos, pero también para destruirnos. Existe tanta fragilidad, tanta amenaza latente, tantos violentos, que la autodestrucción siempre está a flor de boca. Así como el mundo, se une para combatir esos diminutos virus que tanto dolor e impacto producen, también la humanidad no solo debe prepararse para estas luchas ,sino para seguir desplazando la avaricia del poder, de los que sacrifican pueblos por sus beneficios, por los que llevan a naciones a las guerras.
Creo que la vida en la Tierra está ante un riesgo cada vez mayor de ser destruido, como una guerra nuclear repentina, un virus creado genéticamente accidental o voluntariamente, u otros peligros que destruyen a la raza humana. Esteban Hacking.

miércoles, 24 de octubre de 2018


Dejando aparte lo políticamente correcto y las definiciones sociológicas del fenómeno de las emigraciones, solo cabe decir que detrás de ellas está la avidez de algunas personas por atesorar más poder y la avaricia por poseer cada vez más. Todo ello provoca desigualdad, carencia de justicia social, empobrecimiento, miseria... que habitualmente termina en enfrentamientos armados entre los que se disputan el poder y los privilegios u otras naciones interesadas en los recursos económicos de ciertas zonas del planeta. La realidad es que quienes sufren las consecuencias no son los que originaron aquella situación sino el pueblo llano que soportarán carencias de lo más elemental para vivir, violencia, muertes...
Hoy asistimos, una vez más, a grandes oleadas de emigrantes. Se vuelve a repetir, yo diría que en realidad, es parte de la misma cadena, las crisis migratoria del 2015, con la diferencia de que en esta ocasión los emigrantes son rechazados de manera sistemática por el hecho de no ser considerados refugiados que huyen de países en guerra o de persecuciones políticas, sin tener en cuenta que sí lo hacen de la miseria, como ocurre en la actual marcha de los naturales de Honduras, cuando en realidad es, o era, una tierra fértil y productiva que hoy se encuentra en manos de quienes la explotan para sus intereses propios utilizando a los nativos casi como esclavos. Miseria que, en muchas ocasiones, ha sido originada por la sobreexplotación de los recursos naturales de su territorio de origen, nunca olvidemos el periodo colonial del siglo XIX cuyas consecuencias sobre todo las económicas aún perduran. Todo ello con la complicidad y el beneplácito de otras naciones y sin buscar soluciones efectivas, que las hay, para acabar con la situación del África subsahariana, por ejemplo.
No basta con el trabajo de las ONG y las ayudas humanitarias puesto que eso no es solución definitiva, ni tampoco lo es la admisión descontrolada de esos seres humanos en otro países donde, al final, terminarán siendo “mano de obra barata” o engrosando la delincuencia. 
Todo este tráfico humano está en manos de la delicuencia organizada de traficantes de personas que además obtienen pingües beneficios con ese “negocio” que viene a recordar el de los esclavos de la edad media. 
No basta negar la existencia de las razas humanas algo que no deja de ser una interpretación política interesada donde los términos especie humana, género humano y raza humana se consideran equivalentes. Creo que han confundido el término, lo que sí existe es una sola especie humana. Y dentro de esa especia nos encontramos con las razas que se refieren exclusivamente a los factores biológicos (genéticos, anatómicos y fisiológicos) distintivos de esos grupos desarrollados en su proceso de adaptación en un determinado espacio geográfico y ecosistema. Pero hablar de estas diferencias no es admitir la superioridad de unos sobre los otros. Como especie humana todos tenemos los mismos derechos y los mismos deberes.
En definitiva, los gobiernos han de buscar soluciones generosas y factibles pero para hacer de aquellos países que han sido, y vienen siendo, explotados unas economías sostenibles que les permitan vivir sin necesidad de abandonar sus tierras de origen.

domingo, 30 de septiembre de 2018


Sueños rasgados como si de un insignificante papel se tratara cuando aquella ráfaga disparada contra la embarcación en que Hayat (Vida en árabe) trataba de alcanzarlos después de dejar atrás los de ser una buena abogada que pudiera sacar de la miseria a su humilde familia.
Me la imagino acurrucada en aquella embarcación, sin poder comprender por qué el camino hacia sus sueños tenía que emprenderlo, junto con otros jóvenes con historias parecidas a la suya, en manos de las mafias que trafican con personas. En mi imaginación veo el centellear de la ilusión en sus pupilas cuando logró subir a aquella embarcación tipo “Go Fast”, tras pagar el precio exigido y que le habían prometido que rápidamente la llevarían a las costas españolas de la península.
1. Jbel Darsa, el barrio donde vivía Hayat. 2. Martil, localidad donde se ubica la universidad
Atrás quedaban aquellos años de esfuerzo, por su parte y por el de su familia, para terminar sus estudios de bachillerato y comenzar los de Derecho en la Universidad de Martil, a once kilómetros de su humilde vivienda en Jbel Darsa, uno de los barrios más pobres de Tetuán, estudios que tuvo que abandonar para poder ayudar a sus padres a mantener la familia con cuatro hijos más.
Atrás quedaban aquellas cuatro paredes de una casa a medio construir que les permitían cobijarse de la lluvia, pero no del frío o el calor, pues la parte superior de la misma mostraba sus paredes de ladrillos al aire, sin enlucir, y una deteriorada “escalera” de madera que comunicaba las dos plantas de la “vivienda”.
Atrás quedaban aquellas palabras de protesta y rebelión con las que rechazaba esa situación de vivir en una pobreza absoluta. Atrás, aquellos momentos de congoja compartida con su madre y de sus sueños de iniciar una nueva vida fuera de Marruecos que le llevaran a ofrecer a sus padres y sus hermanos una vida mejor.
Atrás quedaron aquellas palabras que había escrito: “La tinta de la esperanza se ha secado. Que el destino escriba lo que quiera”. Y el destino fue escrito por aquella ráfaga lanzada desde una patrullera marroquí sin que realmente se sepa qué la motivó, y que cortó su vida y sus sueños de forma radical.
Son muchas, tal vez demasiadas, las preguntas que me hago para tratar de encontrar una justificación por parte de las fuerzas marroquíes a esta actuación de disparar contra una embarcación de inmigrantes, algo que creo que es la primera vez que ocurre. Y sólo encuentro una respuesta a esta pregunta: las presiones y las promesas económicas de Europa a raíz del incremento de pateras han hecho posible un giro radical en la política migratoria marroquí.
Por otro lado el deseo imperioso de muchos jóvenes por abandonar Marruecos puede estar motivado por causas políticas o económicas, como el alto desempleo juvenil y las pocas o nulas perspectivas de trabajos y salarios dignos; así como la medida recientemente anunciada del servicio militar obligatorio para todos los jóvenes, mujeres incluidas. Entiendo que todo eso hace temer a las autoridades marroquíes una despoblación de su territorio de jóvenes preparados para sacar adelante su economía. Lo que es aprovechado, hoy, por las mafias de la droga que buscan nuevos campos de ingresos ante la presión que las autoridades españolas están ejerciendo sobre el tráfico de drogas. De hecho las embarcaciones que hoy se están utilizando nada tienen que ver con aquellas pateras de madera y un sólo motor utilizadas hasta no hace mucho tiempo. Prueba de ese interés la encontramos y la serie de vídeos que han circulado por las redes sociales en los que jóvenes inmigrantes dan a entender que los viajes son gratis, algo totalmente alejado de la realidad.
Lo cierto es que las palabras de Hayat (Vida) son una realidad: "La tinta de la esperanza se ha secado", y el libro de su vida y sus sueños ha quedado en la mar.

miércoles, 4 de julio de 2018


Una canción que fue compuesta por Sergio Ortega Alvarado, pianista y compositor chileno en 1973, e interpretada por primera vez ese mismo año por el grupo Quilapayún, poco antes del golpe de estado de Augusto Pinochet que derrocó a Salvador Allende. Luego ha sido utilizada en numerosas ocasiones y a lo largo y ancho de todo el mundo, y hasta se han llegado a distorsionar sus orígenes. De ahí que me entristece y me enrabieta cuando la oigo entonar en voces que realmente no conocen sus orígenes ni siquiera el mensaje que encierran sus estrofas.
Parece que nos encontramos en un círculo sin fin, como presos de un remolino que repite los movimientos y las noticias día a día. Nos levantamos y después de asearnos nos sentamos frente a la televisión o leemos los periódicos y la corrupción de nuestra clase política ocupa las primeras páginas de las noticias, y junto a ellas la preocupación de los españoles por las actuaciones de los políticos y sus privilegios o tal vez sería mejor decir prebendas entendiéndolo desde la acepción dada a ese término en sentido peyorativo: “Beneficio, favor o ventaja concedidos de forma arbitraria y no por méritos propios o por el esfuerzo realizado.”
Y si nos centramos en la corrupción de la clase política no es raro leer, con demasiada frecuencia, la detención o imputación de políticos de todos los colores o tendencias implicados en casos de todo tipo de corrupción. Más adelante volveremos sobre este tema. Ahora centrémonos en los privilegios o prebendas de nuestros políticos.
Los políticos, como cualquiera que se dedica a desempeñar un puesto de trabajo, han de tener un sueldo, algo que es comprensible y democrático, de no percibir ese salario por el ejercicio de su labor sólo se dedicarían a la política quienes tuvieran los suficientes ingresos o, como no hace mucho tiempo, dedicarse a la política era suponer que de una manera u otra se habían de conseguir esos ingresos. Lo que ya no es tanto es que además de esos salarios tienen una serie de privilegios derivados de su cargo, a menudo poco transparentes, y otros beneficios cuando se retiran. es lo conocido como “puerta giratoria”, es decir la posibilidad de conseguir grandes contratos, al dejar la política, en empresas particulares o estatales.
Pero antes de seguir adelante hagamos una aclaración pues el generalizar casi siempre resulta injusto y hasta demagógico, ya que no es lo mismo hablar de políticos que ocupan cargos de responsabilidad en los partidos como de los simples afiliados de base; como tampoco es lo mismo comparar a diputados o senadores de las Cortes con los diputados de un parlamento autonómico; ni hacer la comparación del alcalde y los concejales de una gran ciudad, que suelen acumular ingresos por sueldos y gastos de representación, con los de un alcalde o concejal de un pequeño pueblo de unos cientos o pocos miles de habitantes. Dejando esto claro vamos a centrarnos en los privilegios y prebendas de los políticos de las Cortes Generales.
Congreso de los Diputados de España
El salario y los complementos de los parlamentarios lo acuerda cada año las mesas del Congreso y del Senado en una reunión a puerta cerrada y más tarde se incluyen en los presupuestos. Es decir, son sus señorías los que establecen lo que deben de ganar.
El sueldo base de un diputado es de 2.842 €/mes, además de una indemnización para “cubrir gastos” exenta de tributación. En el caso de los diputados electos por las provincias dicha indemnización es de 1.842 €/mes y de 872 €/mes para los electos por Madrid.
El régimen económico de los parlamentarios contempla una serie de complementos mensuales en función del cargo que desempeñen, cantidades que van desde los 700 a los 9.000 euros. La presidencia del Congreso tiene asignado como complemento la cantidad de 9.232 €/mes. Las cuatro vicepresidencias tienen asignado un complemento de casi 3.000 €/mes y las cuatro secretarías alcanzan casi los 2.400 €/mes de asignación por complemento. Los siete portavoces de grupos parlamentarios perciben casi 2.700 €/mes en complementos, y los 18 portavoces adjuntos poco más de 2.100 €/mes.
El Congreso tiene 37 comisiones en funcionamiento y cada una de ellas cuenta con un presidente (1.445 €/mes de complemento), uno o dos vicepresidentes, otros tantos secretarios y muchos portavoces y portavoces adjuntos de cada uno de los grupos parlamentarios. Es así como más de trescientos diputados, es decir más del 87 % de los que componen el Congreso, perciben algún tipo de complemento. Los ingresos medios de sus señorías se establece en torno a los 4.800 €/mes, aunque algunos casi dupliquen esa cifra. 
Tal vez alguien diga que esos ingresos quedan por debajo de los que perciben los políticos de otros países europeos, por ejemplo Alemania, aunque dejando claro que las percepciones que reciben los parlamentarios alemanes no se consideran una contraprestación por su trabajo, es decir salario, sino unos subsidios o dietas que suponen 9.542 €/mes, más 4.318 €/mes de complemento o cuota fija que está exenta de tributación. Lo que hace un total de 13.860 €/mes, lo que casi triplica lo percibido por los parlamentarios españoles. Mas hemos de tener en cuenta que ésta comparación adolece de un gran defecto: se hace directamente. No se tienen en cuenta otros factores como por ejemplo el salario medio de los trabajadores en Alemania (4.121 €/mes) que se ha de comparar con el salario medio en España (1.622 €/mes) mas del 2,5 % inferior. Por lo tanto no se puede decir que los ingresos de los políticos españoles estén muy por debajo de los europeos.
Lo que sí es cierto es que los ingresos directos de sus señorías en España es casi tres veces el salario medio de un trabajador.
A todo esto hemos de añadir que todos y cada uno de los parlamentarios reciben un teléfono móvil de última generación, una tableta electrónica y un ordenador, en los que las tarifas, las llamadas y los datos para navegar por Internet los asume la Cámara, por lo que a ellos les salen totalmente gratis.
Además sus señorías disponen de gastos de manutención y desplazamiento en sus desplazamientos oficiales. En el caso de viajes al extranjero disponen de 150 €/día y si el viaje es por territorio nacional esa cantidad es de 120 €/día. Por otro lado. disponen de 3.000 euros anuales para taxis, aquellos que no dispongan de coche oficial. Y en el caso de que utilicen su coche propio para los desplazamientos se le abona a 0,25 € cada kilómetro recorrido, eso sí previa justificación.
Todas estas cifras a algunos les parecerán excesivas y a otros tal vez insuficientes, lo cierto es que, como señalaba anteriormente, es totalmente democrático que un político debe tener un sueldo por lo que, en teoría, es una labor para la sociedad y el bien común, pero no en una diferencia con el resto de los ciudadanos que los convierte en una clase privilegiada, sobre todo para aquellos que han de sufrir unas indignas subidas de sus pensiones, que más que tales parecen limosnas. Soy la primera que defiende que la política debe ser una dedicación no un sistema de acceso a unos privilegios inalcanzables para cualquier otro miembro de la sociedad.
Cuatro expresidentes y un rey emérito
Otra cosa son lo que yo llamo prebendas. Por un lado las pensiones que en España se pagan a los expresidentes y exministros cuando dejan sus cargos, algo que es poco común en Europa. Sólo España y otros dos países afrontan esos pagos. Los expresidentes perciben una pensión vitalicia de, aproximadamente, unos 90,000 euros, con la particularidad de que al abandonar su puesto pueden entrar a formar parte del Consejo de Estado, lo que significan otros 75.000 euros anuales, en este caso sí incompatibles con la empresa privada. En el caso de los ministros cobran esa pensión durante los dos años siguientes a abandonar su cargo si lo ha ostentado durante cuatro años, en caso contrario percibirán el 50 % del tiempo que hayan sido ministros.
En el caso de los presidentes de las Comunidades Autónomas estas prebendas varían según la Comunidad. En Cataluña el expresidente cobrará, durante cuatro años tras su cese, una pensión y a partir de su jubilación una pensión vitalicia de 100.000 euros anuales. En el País Vasco, el lehendakari percibe, tras abandonar su cargo, durante un año unos 8.000 euros más el 40 % del sueldo que estuviera percibiendo, y después de jubilarse percibirá una pensión vitalicia del 50 % de su sueldo. En otras comunidades los expresidentes pueden entrar a formar parte de los Consejos Consultivos con un sueldo asignado tras abandonar su cargo. Es de justicia aclarar que en algunas comunidades estos privilegios no se reconocen o han renunciado a ellos.
En un momento en que las dificultades son grandes para abonar las pensiones y que las más bajas superan por poco los 600 euros, hemos de resaltar el hecho de que son numerosos los cargos públicos que han accedido a ellos a través de la política percibiendo una pensión por su anterior trabajo a cargo de las arcas del estado y que pueden hacerla compatible con los ingresos por el desempeño del nuevo puesto para el que fueron elegidos o nombrados. Privilegio al que no pueden acceder los miles y miles de jubilados que hoy protestan en las calles por su actual situación, pese a la reforma que entró en vigor el 17 de marzo de 2013 en la que aquellos jubilados que cumplan una serie de requisitos sí podrán acogerse a su derecho a trabajar de nuevo pero verán que su pensión se disminuirá en el 50%, independientemente de la jornada y actividad que realice y el importe que pueda percibir por ello. Y cuando ahora corre el rumor de que volverá a ser obligatoria la jubilación me pregunto ¿también lo será para esos políticos jubilados que perciben doble ingresos de las arcas del estado: pensión más retribución? o ¿seguirán manteniendo esos privilegios?
No podemos dejar de señalar el hecho de que sus señorías pueden faltar a sus puestos de trabajo, es decir a sus escaños, sin necesidad de justificación alguna, sólo es obligatoria su presencia en algunos casos puntuales.
Pero sobre todas esas prebendas existen las que recoge el artículo 71 de la Constitución, en sus puntos: 1. Los Diputados y Senadores gozarán de inviolabilidad por las opiniones manifestadas en el ejercicio de sus funciones. 2. Durante el período de su mandato los Diputados y Senadores gozarán asimismo de inmunidad y sólo podrán ser detenidos en caso de flagrante delito. No podrán ser inculpados ni procesados sin la previa autorización de la Cámara respectiva. 
Y he dicho prebendas porque esas garantías sus señorías las han convertido en prebendas. La inviolabilidad es la garantía de que los parlamentarios carecen de responsabilidad jurídica por sus opiniones en el ejercicio de sus funciones. No me extenderé demasiado sobre esta garantía puesto que, al fin y al cabo, tiene mucho que ver con la libertad de expresión aunque existe gran diferencia, desde el punto de vista jurídico, entre las opiniones vertidas por sus señorías en el desempeño de sus funciones y las expresadas por un ciudadano normal. El primero jamás será procesado por lo expuesto en las cámaras mientras que el ciudadano habrá de defenderse en un proceso judicial frente a las acusaciones vertidas por otro o por la autoridad pertinente.
Cámara del Senado español
Es mucho menos comprensible la presencia en nuestra Constitución de la figura de la inmunidad parlamentaria, algo totalmente anacrónico y, además, aprobada por unanimidad por ambas cámaras sin que llegara a presentarse enmienda alguna ni votos en contra.
Sin entrar en otras consideraciones jurídicas y filosóficas excelentemente expuestas en el artículo “La inmunidad de los parlamentarios: más privilegio que garantía” por el catedrático de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, don Ramón Luis Soriano Díaz, y que se encuentra a disposición de quien desee leerlo en (https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/232233.pdf), sólo señalar que esta garantía parlamentaria tiene su origen en Francia "fruto del conflicto ideológico, político y jurídico que en 1789 existía entre los representantes revolucionarios y los poderes constituidos del Antiguo Régimen, todavía en acción". En el derecho anglosajón esta figura no existe y sus parlamentarios tienen el mismo trato judicial que cualquier ciudadano. Es cierto que los ordenamientos jurídicos de Alemania, Francia e Italia sí contemplan esta figura. Prebenda, y sigo utilizando esta definición porque “un privilegio nacido para proteger la función, (...) se ha convertido en privilegio personal, que (...) permite al parlamentario burlar impunemente y con agravio de la justicia, el Código Penal que a todos los ciudadanos obliga". (Palabras del letrado de las Cortes don Nicolás Pérez-Serrano Jáuregui).
Tampoco se puede olvidar lo señalado en el punto 3 del mencionado artículo 71 de la Constitución: "En las causas contra diputados y senadores será competente la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo", copiado literalmente del articulado de la Constitución de 1812, mientras que la constitución más cercana, la de 1931 mantenía que la detención y procesamiento de un diputado podía solicitarla cualquier juez o tribunal tras dirigir el correspondiente suplicatorio a la Cámara. Sin menoscabar la profesionalidad y la honestidad de los componentes del Tribunal Supremo, no podemos olvidar que sus nombramientos corresponden al Consejo General del Poder Judicial controlado por los partidos políticos.
Es comprensible por tanto la impopularidad entre los ciudadanos de esta garantía, convertida en prebenda por sus señorías y que además no tiene visos de que se vaya a modificar, al fin y al cabo es una prebenda que los distancia de los ciudadanos de a pie y los sitúa por encima de ellos en materia de derecho procesal.
Si hasta ahora hemos venido hablando de esta garantía que nuestros políticos han convertido en prebenda, hagámoslo ahora de la lacra más importante que afecta a nuestra sociedad y que, tras el paro, es la mayor preocupación de los ciudadanos españoles. Hablemos de CORRUPCIÓN.
En el diccionario de la Academia de la Lengua, el punto 4 define: “En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.” Si nos centramos en la corrupción política, de la que existen varias definiciones, prefiero la que hace el catedrático don Ramón Luis Soriano Díaz: “La corrupción política consiste en el incumplimiento de una norma realizada por una persona que desarrolla una función pública, con la finalidad de obtener un beneficio, ya sea propio o de un colectivo, social o institucional.”
La corrupción no es un fenómeno exclusivo de España ni de nuestros días. La corrupción aparece durante todos los periodos históricos, y está presente en todas las épocas de esplendor de los imperios o naciones, pero, así mismo, en los periodos de decadencias. Es un fenómeno que no sólo afecta a las cúspides del poder o a los partidos políticos, sino que se prolonga por todo el entramado de la sociedad, por las relaciones económicos y sociales establecidas entre los seres humanos. Quede así claro que, aunque afrontemos este artículo sobre la corrupción en España, no es algo específico de este país. El primer problema que se presenta al hablar de corrupción en España es poder determinar si lo que conocemos, al respecto, es lo que realmente existe o es sólo la punta de un iceberg. La sensación que los ciudadanos tenemos es que la corrupción es algo generalizado a pesar de que el informe de Transparencia Internacional, una organización no gubernamental que promueve medidas contra crímenes corporativos y corrupción política en el ámbito internacional, señala que España “no tiene corrupción sistémica, sino múltiples casos de corrupción en los niveles superiores de los partidos y en los gobiernos locales y autonómicos»”. Es posible que esta sensación de corrupción generaliza venga motivada por el efecto eco que generan los casos de corrupción, en los que se encuentran implicadas personas conocidas o relevantes de la vida pública (Messi, Ronaldo,… o todos los partidos políticos en mayor o menor grado) que puede llevar a crear una sensación de corrupción mayor de la que en realidad existe. Mas, por otro lado, esa percepción que los ciudadanos tienen con respecto al resto de agentes sociales determinan en gran medida su comportamiento. Dicho de otra manera, si el resto de los ciudadanos tienen esa sensación de que la mayoría de esos personajes públicos y una parte de los políticos incumple las leyes, no es extraño que se sientan legitimados para comportase del mismo modo en determinados ámbitos de la vida en sociedad (percepción de ayudas, cobro indebido del paro, economía sumergida,...).
No voy a entrar a enumerar los casos de corrupción ocurridos en España desde tiempos de Felipe III con uno de los mayores desfalcos realizados por el duque de Lerma, ni en los distintos casos de corrupción ocurridos recientemente en España y que cada día aparecen en los medios de comunicación y están en los juzgados. Usted, amable lector, puede encontrar numerosas referencias a ello en la red. Sí quiero dejar un apunte que, tal vez, nos lleve a conocer el por qué de esta corrupción tan generalizada. Durante el régimen franquista era público que el enchufismo, las recomendaciones y los “premios por la fidelidad” eran la manera de hacer las cosas y alcanzar los logros personales, de tal forma que todo el mundo se habituó a aquel tipo de corrupción. De aquellos polvos estos lodos.
Oposiciones
Sin pretender enjuiciar cuál de los dos grandes sistemas para acceder a la función pública en Europa, es mejor o peor, el modelo francés de oposición y puesto de por vida, que se sigue en España y otros varios países como Italia, Portugal, Bélgica, Chipre... además de Francia, o el anglosajón de los nórdicos basado en entrevistas curriculum del candidato excepto contados puestos de la judicatura. Recientemente la Administración española viene pregonando, después de tenerlas suspendidas durante años, las convocatorias a cubrir numerosas plazas, lo que ha significado la puesta en marcha de un pingüe beneficio tanto para la Administración como para las academias privadas. Para las Administraciones por embolsarse lo que cobran por los derechos de examen que significa una buena cantidad dado el número de opositores que se presentan en cada caso y teniendo en cuenta que esos derechos oscilan entre 20 y 35 euros y que además no son devueltos si el opositor, por la circunstancia que sea no se presenta al examen. Y para las academias particulares puesto que cobran un mínimo de 100 euros mensuales. Imaginemos que todos los opositores que estos días se prepararan para los exámenes, o una gran mayoría de ellos que son decenas de miles, hubieran asistido a una academia durante u año o año y medio para ir “medianamente preparados” para este tipo de exámenes, eso significa una gran cantidad de dinero.
Es curioso que muchos de los preparadores de oposiciones sean estén relacionados directamente con los puestos de trabajo de la oposición correspondiente, y que en muchos casos formarán parte de los tribunales de calificación, sin que falten inspectores de Hacienda, subinspectores de Trabajo... 
Lo que significa unos ingresos extras que, en algunos casos alcanza casi los 2.000 euros mensuales por dos horas semanales en algunos casos, cobros realizados siempre en B y sin declarar.
Se da la paradoja de que esos personajes suelen ser muy críticos con la corrupción política y la evasión de impuestos. Lo dicho, un negocio más en donde no faltan las corruptelas.
De ahí que los ciudadanos sintamos que la corrupción nos rodea, que la política, la administración, la economía y hasta la misma sociedad están gangrenadas con esa lacra. Es hora de que nos demos cuenta de que la democracia no consiste solo en votar cada cuatro años, hemos de exigir que se adopten otras medidas de control pues, aunque el sistema cuenta con mecanismos de autodefensa, es portador de elemento corruptos empezando por algunos miembros de los partidos políticos, los sindicatos y la administración, y aquí si que no me bajo de la generalización ya que esta lacra alcanza a todos ellos sin excepción. Todos ellos se mueven con soltura e hipócritamente en una sociedad tolerante, a pesar de todas nuestras protestas, en esas prácticas perversas que no dejan de ser instrumentos de depredación en provecho de una CASTA.
Sin pretender elaborar unas posibles soluciones a este grave problema, sí se me ocurre un ligero apunte para comenzar a andar en la senda que nos lleve a ello. Más allá de las elecciones habría que exigir reformar las instituciones que la favorecen, sobre todo a nivel de administraciones locales donde la diversidad y, en muchos casos, la falta de control posibilita la fusión del interés de los gestores públicos con el del partido o coalición que gobierna, auspiciando así el nepotismo. De ahí que, realmente, aunque se haya escrito mucho sobre esto no haya mucha iniciativa política en este campo. 
No voy a entrar a elaborar otras posibles soluciones. Aparte de no considerarme preparada para ello ya existen numerosos estudios que las han expuesto. Por mi parte considero muy relevante el estudio realizado por don Ramón Luis Soriano Díaz, al que ya hemos hecho mención anteriormente, en su trabajo “La corrupción política. Tipos, causas y remedios” (revistaseug.ugr.es/index.php/acfs/article/download/538/628).
Sí tengo claro que una de las causas que están motivando esta situación es la pérdida de valores en nuestra sociedad, fundamentalmente basada en el liberalismo capitalista donde a todo se le pone un valor. De ahí que las personas, en muchas ocasiones, nos valoramos por lo que tenemos, dejando aparte lo que realmente significa el valor del ser humano, y este se encuadra dentro del sentido ético que cada uno dé a su vida.
                                                                        Al-Juarismi
De ahí que recuerde ahora aquellas palabras que se le atribuyen al gran matemático persa Al-Juarismi (Al-Khwarizmi), al preguntarle por el valor del ser humano. Él respondió: “Si tiene ética entonces su valor es 1. Si además es inteligente, agréguele un cero y su valor será igual a 10. Si también es rico, súmele otro cero y su valor será 100. Si por sobre todo eso es además una persona de bello aspecto, agréguele otro cero y su valor será 1.000.
Pero si pierde el 1, que es la ética, perderá todo su valor, pues solamente le quedarán los ceros.
Así de sencillo: Sin valores éticos ni principios sólidos lo único que queda son delincuentes, corruptos y personas que no valen nada.”
No escuchemos, pues, cantos de sirena, dejémoslos para aquellos viejos marinos que decían escucharlas y para Homero en La Odisea. Hoy, en una economía global, los gobiernos están sometidos a consignas de otras naciones más poderosas económica o militarmente, de ahí que todas esas promesas que suelen hacer y las posturas que adoptan frente a los ciudadanos no dejan de ser pura demagogia e hipocresía encaminadas a su propio estado de bienestar.
Ya lo exponía, allá por el año 424 a. C. Aristófanes en su comedia “Los caballeros”, crítica desaforada a Cleón uno de los hombres más poderosos de la antigua Atenas: “Pueblo: tu poder es grande, y todos los hombres te temen como a un amo terrible. Pero tú eres fácil de seducir; te gusta ser adulado y engañado; el que te habla puede engañarte siempre que se lo proponga, porque tu buen sentido se relaja”
El ser humano debería de ser consciente de que los partidos y los políticos, sobre todo aquellos que se consideran profesionales de la política, en ellos encuadrados son el peor cáncer que hoy tiene la raza humana y el origen de casi todos los fracasos y males de nuestra sociedad regida por una economía neoliberal que está creando un mundo injusto y desequilibrado, cada día más deshumanizado. A través de sus permanentes reformas educativas han convertido las escuelas y las universidades en centros carentes de formación humanística y faltos de una crítica razonada que les permite un fácil adoctrinamiento cuyo único objetivo es la defensa de los intereses del partido político correspondiente que, en realidad, no representan a toda la sociedad sino sólo a una parte de ella. De ahí que sea imposible que se logren acuerdos para el bien general y no se tomen medidas reales para acabar con todos los privilegios y prebendas de las que gozan esos profesionales de la política, que no servidores del pueblo.
La rebeldía es el único refugio digno de la inteligencia, la ignorancia no hará libres a las personas, frente a esos cantos de sirena que pretenden mantenernos distraídos o callados y actuar como cómplices necesarios, es decir como borreguitos amaestrados preparados siempre para caer en manos de cualquier pícaro trasquilador, o en las de un infame manipulador que lleva al rebaño por donde a él le beneficia, o, por qué no, en las garras de un "lobo" hambriento ávido de poder y de riqueza. 
María Velasco