viernes, 20 de noviembre de 2009

Una atracción magnética entre dos almas que son afines.


 
Vengo de mi inconsciencia que se hace cada vez más consciente de que existo porque escribo, no tan sólo porque respiro, sino porque plasmo, como si de un suspiro se tratara, todo cuanto siento… 
René Descartes
“Pienso, luego existo”, dijo Descartes, y yo lo suscribo.
Desde su aparición, hace millones de años, el ser humano se ha preguntado ¿de dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Es el Universo limitado? o ¿qué hay más allá de todo cuanto observamos?
Hay pura ciencia en este inmenso libro, que se encuentra abierto ante nosotros. Pero no seremos capaces de entenderlo hasta que no hayamos aprendido el lenguaje en que está escrito. En nuestro mundo, en nuestra vida, todo tiene una razón de ser y todo puede ser comprendido.
Así como los cristales y las estrellas, como las células y las plantas, como nuestro organismo físico… también nuestras almas se dividen en un proceso similar. Nuestra alma, al unirse con otra, se transforma en dos, sin dejar de ser ella misma, y estas nuevas almas se dividen, a su vez, en nuevas almas que generarán otras más y así sucesivamente.Desde mi experiencia y hablando desde un estado de consciencia, que la misma me ha llevado hasta hoy, creo que puedo expresar lo que es una relación de almas gemelas o almas complementarias. Aún siendo distintas entre ellas, hay almas que vibran al unísono, en una misma frecuencia y amplitud, en un acorde determinado. Como dos instrumentos que, siendo distintos, sus sones componen la más bella de las melodías.Esas almas poseen una atracción especial, que les lleva a pasar su vida tratando de encontrarse, modificando el universo a su paso como si fuera su cómplice. A través de esa sincronización, la relación de dos personas se convierte en un hallazgo donde cada uno de ellos encuentra su alma en la del otro. El descubrimiento marca la vida como una experiencia difícil de explicar a quien no la ha vivido.

El fenómeno de las almas gemelas no deja de ser un reencuentro mágico, en el cuál cada uno accede a una nueva dimensión al conjuntarse entre sí, mientras se experimenta una profunda transformación que se convierte en maravillosa sensación. La existencia de esta energía no debe confundirse como generada por cuentos de hadas o literatura de ficción o fantasía, es una realidad que está ahí, pero que debemos saber entenderla.

Es en ese momento cuando las almas están preparadas para fundirse, sin perder sus peculiaridades individuales, en una sola. Es el momento en que, elevadas en esa maravillosa sensación, se alcanza la felicidad, la alegría inunda cada día de sus vidas, y la paz y el bienestar presiden tu espíritu.En su camino al reencuentro no existe el tiempo ni el espacio, pasarán años hasta que se llegue a ese momento, pero una vez en él la unión de las dos almas será capaz de afrontar hasta la más terrible de las tormentas, como lo hace el mejor de los navíos en medio de la mar. Sufrirán vaivenes como aquel navío, pero ni las olas más fuertes podrán hundirlo.La distancia no existe entre ellas, pues en todo momento y circunstancias se sentirán unidas, como una sola que en realidad ya son. A pesar de que la cercanía del cuerpo no existe, tampoco la distancia entre las almas está presente, ellas vibran al unísono produciendo la más bella melodía que soñar se pueda. En esa unión indestructible, serán capaces de lograr lo que se propongan, superando los límites de lo imaginable. Su fortaleza es tal que sólo ellas serán capaces de poner sus propios límites. Sus sueños en común le llevarán a alcanzas sus más grandes anhelos.Dos almas gemelas que se encuentran por la fuerte atracción de su vibrar inimitable, y que han pasado por innumerables pruebas hasta descubrir la verdadera felicidad de esa unión, vivirán un amor especial, un amor que va más allá de lo físico o del nacido del propio corazón. Vivirán el AMOR más puro y sincero, el AMOR que nace del ALMA.
 
¿Cuántos de nosotros no hemos sentido ese vacío que nos lleva a sentir la necesidad de encontrar “algo” que llene nuestra vida?Es la soledad que experimenta nuestro espíritu, a pesar de estar rodeados por la multitud, y que nos lleva a buscar la unión con nuestra mitad complementaria para funcionar con toda la energía con la que fuimos creados desde el principio. Por eso es necesario que seamos conscientes de que en algún lugar, tal vez en el más recóndito de los rincones, existe ese ser que hará vibrar nuestra alma junto a la suya, que nos espera y anhela nuestra presencia, como nosotros deseamos la suya.
Pretender comprender por qué de un alma única surgieron dos seres distintos, es como desear entender la creación del Universo. De ahí que el reencuentro no se producirá por nuestros propios deseos, aunque la necesidad de él nos lleve a desearlo con todas nuestras fuerzas. Es algo inconsciente lo que nos llevará a él, pues en nuestro interior, desde el momento de nuestro nacimiento físico, está grabada la información que nos llevará a que se produzca. Llegado ese momento de la conexión, será decisión de ambos seres aceptar ese regalo que el destino ha puesto en sus manos, o dejarlo pasar de largo por no saber leer el contenido del mensaje en él contenido. En cualquier parte del mundo hay una persona que espera a otra, sea en una gran ciudad, un pequeño pueblecito, tal vez en mitad del desierto o al otro lado del mar, pero siempre existe aquella alma gemela que hará vibrar la tuya con los mismos acordes que la suya.
Creo en vidas anteriores, como muchos de los seres humanos, pues me resulta difícil pensar que mi mente, todo mi ser pueda desaparecer en un solo instante. 
 Johann Wolfgang von Goethe
Según palabras de Goethe: “El alma del hombre es como el agua. Viene del cielo, se eleva hasta el cielo y vuelve después a la tierra, en un ciclo eterno”. Para mí todos aquellos que han compartido nuestras anteriores vidas, están presentes en nuestro subconsciente.
 François Marie Arouet "Voltaire"
Pues como afirmaba Voltaire: “No es más sorprendente haber nacido dos veces que una sola. En la naturaleza todo es resurrección”. En nuestro nacimiento el alma que amanece con nosotros, nuestra estrella, no es inédita, ya existió en otra parte y viene de lugares, tal vez, desconocidos para nosotros.
El sentimiento de haber estado donde nunca antes has puesto tus pies, es parte de uno de los misterios de la vida. Misterio al cual cada uno damos una interpretación distinta. Algunos creemos que es la obra del hacedor de caminos, que teje intrincadas sendas, las cuales te llevan a ese lugar de encuentro. Un reencuentro que no sabemos cuándo ni dónde se producirá, pero que tarde o temprano se hará realidad. Estamos unidos a nuestra alma gemela desde el principio de los tiempos.
Cuando nuestro cuerpo se relaja al dormir, pasa por una serie de fases, en una de ellas nuestro “yo” más profundo aflora y es lo que nos lleva a lo que conocemos como “soñar”. En estos sueños es cuando nosotros experimentamos y vivimos de verdad, pues nada está condicionando nuestra propia existencia. Es algo tan real, que al despertar sientes que todo aquello que has soñado ocurrió u ocurrirá. Si has soñado con una persona especial, aquella que hace vibrar tu alma, puedes estar seguro de que ha sido un reencuentro con tu alma gemela. La unión de dos almas gemelas es algo imperceptible, algo que en un principio nuestra consciencia superficial no sea capaz de reconocer. Nuestra alma sí lo hace y una de las maneras en que se manifiesta es en los “sueños”. Y si en tu “sueño” te encontraste con alguien especial, hubo caricias, besos, risas y una alegría y felicidad indescriptible, no dudes de que en ese “sueño” vuestras almas gemelas se encontraran. El reencuentro físico se dará tarde o temprano. Para las almas gemelas vivir una vida sin reencontrarse no es posible. Ellas se necesitan. Siendo dos cuerpos independientes con experiencias individuales, no pueden vivir si ese reencuentro, en el que cada una de las almas es complementaria de la otra. Han de contribuir a la vida del otro, a su crecimiento personal. Las almas gemelas se encuentran para crecer ambas juntas en el mismo camino que les llevará a lo más alto de su existencia.

Se dice, y también así lo creo: “Que las almas gemelas, almas complementarias, ya saben de su existencia desde niños, tal vez logren encontrarse, quizás no. Pero cuando el encuentro acontece suceden prodigios.

Los sentimientos, cuando uno se encuentra con esa persona que es tu alma complementaria, son algo muy difícil de describir con palabras. Son tan profundos que apenas puedes reseñar que es como despertar algo dormido en tu interior, es hacer brotar, como el agua mana en el nacimiento de un río, el amor que yace en lo más profundo de tu alma. En el reencuentro con tu alma gemela, hay un reconocimiento inmediato, esa sensación de conoceros desde siempre, aunque sea la primera vez que os encontráis físicamente. La confianza mutua se produce de inmediato. La atracción no está basada en lo físico, no está basada en la forma de ser cada uno, sino que la atracción y el enamoramiento surgen desde el alma.Lo más hermoso de ese reencuentro es que, a partir de ese momento, se genera una energía enorme, sin parangón con ninguna reconocible. Cuando dos almas gemelas forman pareja, el resultado puede ser una transmutación maravillosa e increíble. Una unión en la que lo único importante es el amor, el amor sin condiciones ni condicionantes, el amor puro que sólo el alma es capaz de generar. Es un amor más allá de toda dimensión. Los sentimientos, las sensaciones, las emociones que despierta son difíciles de describir en el plano físico. Ante tu alma gemela aprendes a amarte a ti mismo en tu relación con la otra persona, porque eres capaz de trascender todas las barreras y toda la “lógica humana” que tratan de imponer a tu alrededor. Es una impresión de plenitud y totalidad, porque tu alma gemela te despierta a una nueva vida. Despierta el ser inmortal que yacía dormido en tu interior. Es un renacer a una realidad distinta… sublime… divina. El alma gemela es un remanso, como las aguas de un oasis, por la paz que sientes junto a ella. Pero a la vez un torbellino, como las formadas por las aguas de una catarata, que te hace recordar lo importante que es vivir. Es esa energía vital que se necesita para renacer. Es una enorme felicidad. Es sentirse los dos como uno solo pero viviendo experiencias distintas. Es sentir tocar el cielo. Es notar que, en un abrazo, entregas tu vida, tu alma, todo tu ser.
Y qué difícil resulta el dejar ir, cuando ese momento llega. Es un dolor que se siente en lo más profundo del ser, un dolor indescriptible porque sientes que tu alma se rompe. Porque se ama de manera increíble para los demás. De un modo total. Aceptando las virtudes y defectos, los aciertos y los errores… porque uno es espejo de la otra persona, ambos se reflejan recíprocamente… son almas complementarias. Nunca se dice adiós, esa palabra no existe entre los dos. Su amor es eterno, no tiene principio ni final. Es el amor más puro, más hermoso y más sincero que puede sentirse. Se vive permanentemente dando gracias a la vida que permitió el encuentro, porque encontrar el alma gemela en nuestro devenir es la experiencia de amor más sublime que se puede experimentar. Es elevarte hasta el infinito. Es ver y sentir el AMOR VERDADERO.
¿Es bueno o es malo encontrar a tu alma gemela? Hemos visto que el alma gemela es alguien reflejo de la otra persona, con los mismos pensamientos, los mismos pros y contras. Alguien a quien se conoce perfectamente pues es uno mismo. Es tu alma encajada en otra persona, de tal manera que tratarla es como tratar contigo misma, algo que nunca resulta fácil. Yo diría que al contrario, tratar con tu alma gemela es más complicado que hacerlo con el resto de quienes te rodean. Mentirse a uno mismo es fácil y nadie más se entera. Mentirle o desfigurarle la verdad a tu alma gemela es imposible porque sabe que lo estás haciendo. Conoce lo que piensas antes de que tú lo manifiestes. Es algo que tu corazón entiende perfectamente y lo asimila, pero que, en muchas ocasiones, la mente es difícil que lo capte. No podemos caer en el error de creer que una persona que es muy afín a nosotros en un plano amistoso o físico, es nuestra alma complementaria. El alma gemela es sólo aquella persona que te corresponde con el amor sublime que se genera en la relación entre dos seres. Tal vez tu parte física no reconozca a tu alma gemela, pero tu alma sí. El amor entre dos almas gemelas  subsiste en otros planos que no es el físico, y en otras vidas… Es eterno. El amor de dos almas gemelas es inagotable, no se aminora a medida que pasa el tiempo o avanza la relación, por muchos inconvenientes que surjan, al contrario, cada día aumenta más con el paso de los días y los inconvenientes o problemas sin sólo piedras para elevar cada día más el pedestal sobre el que se sostiene. Al unirnos con nuestra alma complementaria se genera, como hemos señalado, una fuerza extraordinaria al sumarse las dos en una sola que nos lleva a lograr el equilibrio en todos los aspectos, tanto físico como espiritual.
Los encuentros con esas personas no son casuales, sino que son causa del destino que nos lleva a reencontrar a esa persona cuya alma ha de formar una sola con la nuestra.Todas las culturas y religiones nos dan ejemplos de almas complementarias, aunque no se utilice este concepto para definir aquella relación. La creación del ser humano en la Tierra nos puede servir de ejemplo, si restamos de su narración lo que la mano del hombre ha introducido en ella o las interpretaciones interesadas que de la misma se han hecho y se siguen haciendo. Dios creó al hombre quien por su misma necesidad de compartir su amor, le pidió que le diera una compañera. Y así lo hizo Dios, pero no creó a la mujer con nueva materia, sino que la tomó de la misma energía del hombre, no para hacerla su esclava ni siquiera su compañera para engendrar nueva vida física, sino como su alma complementaria para que a través del verdadero amor, fueran capaces de crear nuevas almas. 
Esta atracción magnética entre dos almas afines es imposible evitarla, está por encima de todos los imponderables que puedan surgir. En realidad el encuentro se produjo  mucho antes de que ocurra el descubrimiento físico de esa otra persona. Es muy normal que hayamos vivido la experiencia sin saberlo, o que no hayamos sido capaces de leer los mensajes que nos han sido mandados, porque la afinidad suele ser tan sutil que nuestro ser físico puede no reconocer la presencia de esa otra parte de nuestro ser.Se pueden distinguir varios niveles en esa unión, que conforman la realidad de la misma. En el plano espiritual, que se produce en el momento en que las dos almas están interiormente preparadas para su unión, ambas se encuentran en un estado pleno de felicidad y, esta unión espiritual, tal vez les lleve a no separarse jamás.En el plano intelectual, las almas gemelas son afines en sus pensamientos, tienen muchas cosas en común que hacen que sus proyectos sean compatibles y se puedan desarrollar en conjunto. En el plano emocional, desde el mismo momento del encuentro físico se aprecia una gran afinidad, parece que se conocen desde mucho tiempo atrás, aunque no se hayan visto nunca físicamente. En este estado las almas gemelas se entregan la una a la otra en su totalidad y entre ellas se produce un equilibrio emocional permanente.En el aspecto físico aunque su entrega sea total y ambas disfruten de la presencia de la otra persona, son capaces de renunciar, si las circunstancias lo impiden, a sus deseos. Priman sobre ellos sus sentimientos.
Dos almas gemelas siempre necesitan conocer “el por qué de las cosas”, no se conforman con que las mismas sucedan porque sí. Siempre buscarán, si no la tienen, la información necesaria para poder llegar a la total comprensión. Es una relación en donde ambos sienten lo que el otro siente, donde hay un profundo interés por las inquietudes y necesidades de la otra persona. Donde descubren que su más precioso tesoro es el saber que, aun habiendo estado separadas, han estado buscándose desde su nacimiento para llegar a ese momento en que se puede dar la atención permanente entre ambas. Llegan a comprender el por qué de la espera, por qué los corazones no se cerraron, nunca, a la llegada del amor que les lleva a vivir la alegría y la plenitud de la felicidad de esos momentos. Llegan a comprender que todas sus experiencias anteriores, buenas o malas, sólo fueron la preparación para el reencuentro entre ambas.
Si la Humanidad, desde su principio, hubiera sabido entender el leguaje en que está escrito el hermoso libro que ante ella tenía abierto, el devenir de la Historia habría sido otro. La unión física de estas almas gemelas hubieran generado seres con un alto nivel de evolución y perfectamente equilibrados. La unión de parejas con almas desparejadas, genera hijos con problemas emocionales y, en algunos casos, físicos, generalmente producidos porque las almas de sus padres no vibran al unísono, porque no comparten una misma energía, y esos hijos no pueden asimilar en sus cuerpos esa energía contrapuesta.
La manera de encontrar nuestra alma gemela depende, fundamentalmente, de que seamos capaces de irnos desprendiendo de todas aquellas capas superficiales que rodean nuestra genuina manera de ser y pensar, dejando camino libre a tu propia alma. Son muchas las personas que fracasan en ese intento de encontrar a su alma gemela, pero ello es sólo debido a que están tan identificadas con su propio yo y actúan tan intensamente desde esa perspectiva que el mismo les impide ver lo que le rodea, lo que han de descubrir para poder encontrarse. Es el resultado de que “el árbol no te deje ver la totalidad del bosque”.
Como colofón a estas reflexiones qué mejor que este bello poema de Víctor Hugo
Victor Hugo
Cuando por fin se encuentran dos almas,
que durante tanto tiempo se han buscado una a otra entre el gentío,
cuando advierten que son parejas,
que se comprenden y corresponden,
en una palabra, que son semejantes,
surge entonces para siempre una unión vehemente y pura como ellas mismas,
una unión que comienza en la tierra y perdura en el cielo.
Esa unión es amor, amor auténtico, 
como en verdad muy pocos hombres pueden concebir.
Amor que es una religión,
que deifica al ser amado 
cuya vida emana del fervor y de la pasión
y para el que los sacrificios más grandes
son los gozos más dulces.
Mi doctrina es el AMOR, y como expresó Nietzsche: 
Friedrich Nietzsche
“Vive de tal modo que llegues a desear vivir otra vez, éste es tu deber, ¡porque revivirás de todas formas!
AIRAM