Es triste ver como se distorsiona la imagen de un pueblo, en este caso los palestinos de Gaza, cuando por parte de unos y otros se difunden imágenes que, sin dejar de ser ciertas, se utilizan como elementos de discordia y enfrentamiento.
Unos hablan de “férreo e inhumano bloqueo israelí” y otros tratan de demostrar la falsedad del mismo presentado un "idílico paraíso donde no falta de nada". El catastrofismo de unas con un sentimentalismo simulado y el consumismo alegre y despreocupado de las otras, en ningún caso reflejan lo que los habitantes de Gaza viven diariamente.
Personalmente estoy en contra de este tipo de noticias. Creo, sinceramente, que ninguna de ellas muestra la verdadera Gaza. La carga de subjetividad que llevan unas y otras deforman la imagen real de lo que está ocurriendo en Gaza.
El verdadero boicot no está en la falta de alimentos, ni siquiera en las atenciones para la salud. Está en los pescadores que no pueden faenar libremente y ven limitada su zona de trabajo a unas pocas millas de lo que por derecho internacional deben ser sus aguas territoriales. Una pequeña flotilla de bajura que apenas puede abastecer las necesidades de la población, por lo que los productos de la mar han de ser importados.
Está en el trabajo que no pueden realizar los agricultores para poder sacar todo el rendimiento a estas fértiles tierras, al ver cómo los ricos y abundantes acuíferos de Gaza se están secando por las extracciones que del agua hacen los judíos en la parte alta. Cuando en realidad, a pesar de lo que algunos señalan, esta tierra siempre fue alabada por su fertilidad, y sus productos deseados y muy estimados por los residentes en Israel.
Está en el control que se ejerce sobre las importaciones de maquinaria de todo tipo y de elementos necesarios para que un buen entramado industrial pueda desarrollarse en su territorio. Y en las restricciones de materia prima para la construcción, si bien es cierto que, en ocasiones, ha sido utilizado indebidamente por quienes no desean la verdadera libertad del pueblo palestino en la Franja de Gaza.
Está en todas las trabas y condicionantes que se vienen estableciendo desde su descubrimiento en el año 2000 para que entre en funcionamiento la explotación de los yacimientos de gas descubiertos en aguas marítimas de Gaza, a 36 kilómetros de la costa de la ciudad se encuentran al menos 1,4 billones de pies cúbicos de gas, que BG Group, la compañía que tiene los derechos de explotación, no puede comercializar. Cuando la libre explotación de los mismos podrían significar, como mínimo, mas de 4.000 millones de dólares para el pueblo palestino.
Está en las triquiñuelas que ha utilizado Israel para considerar que el descubrimiento de un pozo de petróleo en Cisjordania, junto a la línea que los Acuerdos de Oslo establecieron como divisoria, unas decenas de metros dentro de territorio palestino, sea considerado como propio. Un reajuste de dicha línea ha situado la prospección en terrenos bajo control de Israel, aunque las principales reservas del yacimiento se encuentran en el subsuelo de la zona palestina.
Nuevos descubrimientos de yacimientos de petróleo han sido localizados, recientemente, en el área de Ramallah ¿cuáles serán ahora los argumentos para tratar de frenar la explotación de ese yacimiento?
Jean-Baptiste Humbert, arqueólogo francés
http://www.christusrex.org/www1/ofm/mad/articles/HumbertGaza.html
Está por supuesto en los inconvenientes que se crean para que los equipos de arqueólogos internacionales puedan seguir trabajando en los numerosos yacimientos que se encuentran a lo largo y ancho de este territorio y que nos hablan de la inmensa riqueza económica y cultural de esta vieja tierra hollada por pies humanos desde la más temprana edad. Restos que fueron saqueados de su historia utilizando los más diversos argumentos.
Sarcófago de plomo,1940-Gaza
Siempre ha habido quien ha negociado con la historia de Gaza, vendiendo los restos arqueológicos que su tierra guarda.
Restos que están siendo utilizados por algunos para enriquecer sus bolsillos a costa de la historia de su propio pueblo.
Y en este bloqueo tienen mucho que ver los que dicen ser representantes del pueblo palestino, que hasta hace unas pocas semanas estaban inmersos en una separación que les llevaba a permanentes disputas. Por un lado el gobierno de Hamas, que en un principio enarboló la bandera la libertad del pueblo palestino y que posteriormente se vio arrastrado por la violencia extrema de grupos cuyo objetivo es la lucha armada, y que le llevó a ser considerado como una “organización terrorista”, lo que venía a justificar no sólo las medidas de control de Israel, sino el bloqueo por parte de Estados Unidos, Europa y otros países. Calificación que ahora se sigue exhibiendo para negar las conversaciones de paz entre Palestina e Israel.
Por otro lado la ANP, representada por Al-Fatah, que con sus posturas excesivamente “caballerosas y moderadas” permitía las triquiñuelas de Israel para hacerse con posesiones que por derecho, y reconocidas por los Acuerdos de Oslo, pertenecen al pueblo palestino.
Y no nos podemos olvidar de muchos de los propios residentes de Gaza que con su apatía y conformismo lo único que esperan es que sus dirigentes sigan solicitando la ayuda internacional, sin tener en cuenta que la constitución de un ESTADO lleva consigo la responsabilidad de su mantenimiento vía impuestos y aportaciones a las arcas del mismo.
Espectacular recreación de cómo quedará el nuevo Puerto de Marbella que promueve el jeque Al-Thani.
Abdullah Bin Nasser Al-Thani
Que se lo pregunten a mis paisanos andaluces de Marbella (Málaga), que de transformaciones de este tipo conocen lo suficiente para no considerarlo un sueño.
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